Sé como una zanahoria.

Una zanahoria no quiere ser como un arándano, un kiwi o un mango.

A una zanahoria le da igual si los frutos rojos son más guais.

Una zanahoria quiere ser una zanahoria.

Sé como una zanahoria.

No intentes ser 'w','x','y' o 'z' ni te compares con ellos.

Tú no eres ellos.

Tú eres tú.

Una persona única.

No existe en el mundo otra persona como tú.

Quiérete, apréciate, ámate tal y como eres y tu mundo cambiará para siempre.

Aceptarte tal y como eres es el mejor regalo que puedes hacerte.

Sé como una zanahoria.

Posdata:

Quiérete y acéptate pero, pase lo que pase, no caigas en la autocomplacencia.

Todos podemos mejorar en muchos aspectos y podremos conseguirlo si trabajamos en ello.

Intenta mejorar día a día y acercarte a la imagen de ti que quieres llegar a ser.

Y, mientras tanto, quiérete y acéptate.

Siempre.

José Ángel