Tíos, tengo un enorme problema.
¿Qué pasa?
Los humanos, siempre los humanos...
Los humanos, esa especie que se cree el rey del universo. Son una plaga, ¿verdad?
Ojalá solo fuesen una plaga, son un cáncer. Destruyen todo lo que encuentran. Me están destruyendo por dentro.
Exterminan a las especies animales que sí me tratan bien y, sin embargo, ellos se quedan. Eliminan los bosques que dan la vida y crean sus entornos muertos.
Se creen muy inteligentes, pero son tan increíblemente idiotas que se están destruyendo a sí mismos y siguen. Yo ya no sé qué hacer con ellos.
Bueno, yo tuve mucha suerte. Estuvieron un par de horas, me clavaron una bandera y se fueron. No he vuelto a saber de ellos. Afortunadamente.
No me habléis de esos humanos, no me habléis... Me excluyeron de los planetas, ahora se supone que soy un planeta enano. ¿Qué demonios es eso? ¿Quiénes se creen que son?
Yo estoy al lado del sol, así que me he salvado. Nadie sería tan tonto como para venir.
No lo digas muy alto...
Ya, pues he oído que hay un tío que quiere venir y crear aquí una colonia. ¿Por qué? No los quiero. ¿Qué quieren, convertirme en un vertedero humano como han hecho con la Tierra?
Lo siento, Tierra, pero es como lo veo.
Tranquilo, tienes toda la razón.
Tierra, ¿dices que se están destruyendo y no hacen nada por impedirlo?
Sí, así es, están en un ciclo de autodestrucción que cada vez va más rápido.
Entonces, ¿crees que llegará un momento en que desaparecerán?
Desde luego, la destrucción tendrá un final y todo se acabará para ellos. No sé muy bien cuándo, pero a este ritmo, un par de siglos y adiós.
Será lo mejor. Mirad, yo no tengo ningún problema en ser el hogar de los humanos, pero no puedo permitir que destruyan todo lo que ha tardado millones de años en formarse.
No puedo permitir que sigan contaminando sin que les importe lo más mínimo.
No puedo permitir que me ahoguen en sus propios gases.
No puedo permitir que sigan pasando del tema.
No puedo permitir que sigan eliminando la naturaleza y los animales que habitan en ella.
No puedo permitir que me destruyan.
Si cambian radicalmente, siempre tendrán en mí una casa. Confiemos en ello. Aún hay esperanza. He visto que han surgido voces que alertan y actúan contra los que eliminan todo. Esperemos que triunfen por su bien. Ojalá sea así.